Una noche con Iris Chacón


Fragmento
“Aquel mediodía del día 25 de julio de 1978, Miguel Cartagena Flores vigilaba en algún punto de la carretera que sube al Cerro Maravilla. Vio pasar el carro con Don Julio Ortiz Molina y los dos jóvenes. Le estuvo raro ver tres personas en el asiento del frente y uno atrás. Pasa un rato y oye disparos en la torre de la policía… Sale hacia allá. Cuando llega, junto a otros agentes, Venía gente corriendo, estaban nerviosos... El agente Montañez le dijo: 'Metí la pata, me equivoqué'... Oyó cuando los otros policías les gritaban: Hijos de la gran puta... Cabrones.... Rivera Cruz insiste: -¿Había algún acto físico?- No lo vi... Le asegura Cartagena Flores.

Sí; los jóvenes estaban arrodillados y con las manos en alto. Anticipando el momento inminente del fusilamiento, Cartagena Flores decidió virar la cara, para no ver cómo los mataban. No, no quiso mirar: 'cambié la vista'. Entonces oiría las detonaciones de Magnum y los escopetazos. Pérez Casillas dio entonces la primera orden del encubrimiento: 'Hay que romper la escena. Hay que llevar a uno al hospital'.

Sinopsis
Una noche con Iris Chacón reúne tres crónicas: la que narra el espectáculo de “la vedette de América” en el Club Caribe del Caribe Hilton, el reportaje de las vistas senatoriales sobre los asesinatos del Cerro Maravilla y la visita del Papa Juan Pablo II a Puerto Rico en 1984.

Esa primera crónica sobre el trasero que antecedió al de Jennifer López en el imaginario erótico puertorriqueño, va precedida por un ensayo sobre “las gracias y desgracias del culo” en la literatura hispánica y occidental.

La crónica de las vistas del Cerro Maravilla narra un momento decisivo en nuestra historia política, aquél en que los asesinatos de tres jóvenes independentistas en el Cerro Maravilla, crímenes de estado cometidos con poca premeditación y mucha alevosía, fueron encubiertos sistemáticamente por las agencias del orden público en Puerto Rico, tanto federales como insulares.

La visita del Papa Juan Pablo II fue pretexto para el autor: así auscultó en su formación católica; se trata de una indagación en los orígenes de la fe y la esperanza, tanto a nivel de la Iglesia que apuntaló San Pablo como en los entresijos de esa formación espiritual e intelectual única que provee el catolicismo. Esta crónica fue publicada en el desaparecido periódico El Reportero, quizás la única crónica con urgencia de reportaje periodístico que he escrito.

Este libro es como un tríptico que reúne el panel de la sensualidad y la vulgaridad caribeña, el retrato de la violencia que puede generar el resentimiento y esa ingenua devoción que identificamos con el sentimentalismo, nuestra epidérmica espiritualidad.

Carlos Monsiváis consideraba Una noche con Iris Chacón una de sus crónicas favoritas.

ERJ


Ediciones:
San Juan: Editorial Antillana, 1986.

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